Palabras que no debes decir al vender
Partiendo del concepto principal y básico de que todo comunica, desde el logo, los colores, el empaque, el trato y un sin fin de detalles que construyen o son parte de tus ventas. En esta ocasión nos enfocaremos únicamente en las palabras o frases que utilizamos al vender, que pueden ser potentes, que tal vez desanimemos al comprador o lo pongan a la defensiva.
“No estoy seguro, creo que sí”
Esta frase genera inseguridad en los clientes. No debes saberlo todo, pero el problema está cuando proyectas esa inseguridad. Esta frase no solo proyecta inseguridad, también refleja que no te interesa confirmar. El objetivo es darle la vuelta y darle la seguridad que busca al cliente. La opción que puedes emplear es: “Permíteme un momento, enseguida lo confirmo”. Esta frase resuelve dudas, le brinda seguridad al cliente y lo haces sentir que interesa.
“Para ser honesto contigo”
Esta frase, cuanto intentas vender o convencer a alguien, es muy pésima para emplearla. En primer lugar, generas desconfianza porque la otra persona pensara: “que antes no fue honesto conmigo”, “cuantas veces me mintió anteriormente”. Quitas totalmente la confianza a todo lo que puedas decir o hacer posterior o anteriormente a la frase. Puedes sustituir esta frase con: “permíteme que te explico a detalle de que se trata”.
“Eso no es así”
Siempre habrá un desacuerdo o malentendido. Recuerda, a veces los clientes no tienen siempre la razón, el objetivo es lograr que el cliente no se ponga a la defensiva diciéndole directamente que está en lo incorrecto. Si la otra persona está en lo incorrecto y queremos hacerlo saber es cambiar la frase por: “Comprendo lo que me dices, no obstante la situación actual es…”.
“Los de la otra marca no son buenos”
Puedes estar brindando una comparación o recomendación; sin embargo, esta frase hace que las personas sientan deslealtad o una competencia injusta. No necesitas hablar mal de otros productos para resaltar los atributos del tuyo. Simplemente, evita esta frase o reemplázala por: “todos los beneficios que posee tu producto”.
“No hay ningún problema”
Si una persona se tomó el tiempo para llamarte y comunicarse contigo, es porque realmente necesita ayuda. Es posible que el problema ya no se encuentre una vez se haya contactado contigo, lo cual no significa que pueda volver a suceder. Decirle que no hay ningún problema, únicamente dejará a la persona con preocupación y miedo de no saber que hacer si vuelve a suceder. Lo mejor es escuchar atentamente sobre como surgió el problema y explicarle que hacer en caso de que vuelva a suceder. Lo mejor es cambiar la frase por: “Vamos a buscar la solución para su caso”.
“Yo no lo utilizo”
Siempre que vendas un producto primero utilízalo. Si por alguna razón no puedes usarlo, accede a toda la información posible para dominar los detalles de tu producto o servicio. Imagina que alguien viene y te recomienda un producto increíble , pero cuando le preguntas algunos detalles te comenta que no lo emplea. Todo esto te llevará a preguntarte si es tan bueno, ¿por qué no lo utiliza?. Exactamente, te genera total desconfianza, lo mejor es poder cambiar la frase por: “cuando yo lo utilizo”, “le regale uno a mi…”. Habla siempre desde tu experiencia honesta.
“¿Me entiendes?”
Esta pregunta es muy común al momento de despejar dudas, sin embargo, comunica responsabilidad negativa al cliente. En forma resumida estás diciéndole a la otra persona indirectamente que si no te entendió es culpa de él. Lo que la otra persona traduce con esta frase es: si no me entendiste es tu problema. La mejor forma de cambiar esta frase y quitar la responsabilidad de algún malentendido con la otra persona es preguntando: “Me he explicado bien”. De esta forma le dices a la otra persona, si no me entendiste tal vez yo no pude explicarme adecuadamente y puedo repetirlo.
“Disculpe, pero son políticas de la organización”
Un cliente siempre busca una mejora o solución a una situación. Nadie quiere escuchar que no te brindaran una solución por la rigidez de las normas de un lugar. Mostrarte como una empresa rígida que piensa únicamente en su comodidad y no la de sus clientes, obviamente es una pésima publicad que se compartirá con otras personas. Si para brindarle una solución debes hablar con tu jefe o personas de diferente cargo, hazlo sin dudarlo. Si por alguna razón al llegar al final aún no encuentras la solución que espera, trabaja en una o más alternativas para el problema. Cambia esta frase por: “Permíteme consultar para darte una solución al problema lo más rápido posible”. Facilita y reduce el estrés de la situación que pasa.
“No lo dudes”
Esta frase hace exactamente lo opuesto a lo que tratas de comunicar. Te comparto un ejemplo: No pienses en tu comida favorita, ¿acabas de hacerlo verdad?. Si quieres que una persona no piense algo, no le digas en que no pensar, por el contrario, dale seguridad y cambia la frase por: “Puedes estar seguro”. Dile que debe hacer o como debe sentirse en lugar de decirle lo que no quieres que haga.
“Yo no tengo ni idea, mejor llama a…”
Puedes contar con situaciones en las que la persona que te contacta tenga un problema que en realidad no te concierna a ti o tu área. No obstante, utilizar esta frase hace sentir a la otra persona como si tratarás de deshacerte de la persona y el problema. Es mucho más amable y respetuoso decir: “en este tema concreto lo mejor es que hable (o te transfiera) con…”.
“Perdón por llegar tarde” o “perdón por la demora”
Es posible que en algún momento tengas algún retraso o talvez pediste tiempo para consultar algo y demoraste. Ambas frases en el título enfocan y resaltan nuestro error. Por lo que es mejor decir: “gracias por la espera”. De esta manera conviertes tu error en una virtud que posee el cliente.
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